Cuando leí la biografía del beato Pier Giorgio por primera vez, inmediatamente me pude sentir identificado con él, un joven universitaria que sabe dar testimonio de su amor por Cristo en sus actividades diarias, y que sabe disfrutar de la naturaleza. Desde pequeño siempre he pertenecido a diversos grupos de formación católica, el más significativo creo yo que es el Escuadrón Nasak, nuestras principales actividades son el excursionismo y el campismo. Cuando leí que al beato le gustaban las mismas cosas pensé que Sin conocerlo él era nuestro modelo a seguir, ojalá que todos podamos amar a Nuestro Señor con tanto fervor como él lo hizo. Sin duda alguna estoy seguro de que la canonización de otro joven (recordando a San José Sánchez del Río) motivará a más jóvenes alrededor del mundo a vivir su santidad desde la plenitud de la juventud, siempre con la mirada puesta en Cristo.